La muerte de Rubio, un perro judicializado bajo la responsabilidad del municipio de Comodoro Rivadavia, ha generado gran indignación. Rescatado de la calle, el perro fue puesto en un espacio que debía ofrecerle cuidado, pero terminó abandonado debido a la falta de atención y compromiso por parte de quienes debían velar por su bienestar. La excusa del municipio para justificar su fallecimiento fue que no podían contenerlo, alegando un comportamiento violento, aunque esta explicación deja muchas dudas sobre la gestión del caso.
Según las denuncias, Rubio fue aislado en un canil sin poder interactuar con otros perros ni disfrutar del espacio recreativo. El estrés constante a causa de esta falta de socialización afectó su comportamiento, y en una visita al dispensario de animales, se descubrió que el personal encargado no estaba capacitado para atender a todos los animales, lo que agravó la situación de abandono. Esta negligencia resalta la deficiencia en la protección y cuidado de los animales rescatados en la ciudad.
Ante la tragedia, la comunidad se ha movilizado para exigir justicia, organizando marchas, campañas y acciones de difusión. La muerte de Rubio ha puesto en evidencia la desprotección de los animales en la ciudad y ha generado un llamado a las autoridades para que actúen y mejoren las condiciones de los refugios. Los ciudadanos exigen que esta denuncia no se olvide y que se inicie un cambio real en la gestión de los derechos de los animales.
