El Concejo Deliberante aprobó una ordenanza impulsada por Maite Luque para mejorar el transporte público en Comodoro Rivadavia. Bicis públicas, garitas accesibles y planificación basada en datos, los ejes centrales del proyecto.
Con mayoría afirmativa, el Concejo Deliberante de Comodoro Rivadavia aprobó una ordenanza impulsada por el Bloque Arriba Chubut que propone una transformación integral del sistema de transporte público. La iniciativa incorpora estaciones de bicicletas públicas, planificación para renovar garitas y un enfoque basado en datos y evidencia científica.
“La ciudad que queremos se construye con planificación y datos, no con opiniones sueltas”, afirmó Luque en diálogo con Jornada Radio”.
Bicicletas públicas en puntos clave de la ciudad
Uno de los ejes más innovadores de la ordenanza es la incorporación de bicicletas públicas, pensadas como complemento del colectivo y no como reemplazo. El sistema, inspirado en experiencias de otras ciudades, funcionará inicialmente en cinco puntos:
- Ciudad Judicial
- Paseo Costero Stella Maris
- Centro de Información Pública
- Parque de la Ciudad
- Universidad Nacional de la Patagonia
“El objetivo es que una persona pueda, por ejemplo, bajarse en Ciudad Judicial y llegar en bici hasta el centro, o combinar desde Km 3 hasta el barrio 4 con una estación en el Parque de la Ciudad. Buscamos hacer más eficiente el sistema”, explicó.
Durante los primeros seis meses, el servicio será gratuito a modo de prueba piloto, y su gestión podrá estar concesionada. “No estamos inventando la rueda: este sistema funciona así en casi todas las ciudades donde se aplica, y tiene costos muy bajos frente al impacto que genera”, remarcó.
Garitas accesibles y planificación con evidencia
Otro capítulo clave del proyecto aprobado es el rediseño de los refugios para colectivos. Comodoro tiene más de 1.200 paradas, muchas sin infraestructura mínima. La ordenanza categoriza las paradas según cantidad de usuarios, accesibilidad y seguridad, y propone una planificación anual con fondos ya contemplados por el Ejecutivo.
“No puede ser que las garitas dependan de la buena voluntad o del reclamo barrial. Necesitamos una política pública seria. Que el transporte sea eficiente también implica tener dónde esperar el colectivo en condiciones dignas”, señaló.
Las nuevas garitas deberán incluir iluminación adecuada, accesibilidad para personas con movilidad reducida y resguardo ante las condiciones climáticas. Cuando no haya alumbrado público disponible, se prevé el uso de energías alternativas como paneles solares.
Planificación urbana con base técnica
Todos los componentes de la ordenanza fueron elaborados con respaldo técnico de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y el CONICET, y articulados con el Ejecutivo municipal.
“No legislamos por intuición, sino por evidencia. El estudio incluyó recorridos, topografía, densidad de tránsito y conectividad. Incluso la oposición aportó propuestas que se integraron en la versión final del proyecto”, destacó Luque.
El modelo también contempla la línea circular del nuevo pliego de transporte, que rodea el tejido urbano sin pasar por el centro, y que se articula con las estaciones de bicicletas como nodo de conexión para tramos cortos.
Un cambio cultural en marcha
Con la ordenanza aprobada, el desafío pasa ahora por su implementación. “Queremos provocar un cambio cultural: que usar el transporte público sea una opción rápida, eficiente y cómoda para todos, no solo para quienes no tienen auto”, sostuvo.
La iniciativa no solo promueve la movilidad sustentable, sino que busca mejorar la calidad de vida urbana. “Cuando el transporte público funciona bien, mejora todo lo demás. Desde el ambiente hasta el bolsillo de los vecinos”, concluyó.