l operativo se realizó durante la madrugada del domingo y dejó al descubierto un evento con más de 100 personas, venta de bebidas alcohólicas y graves faltas de seguridad. La Secretaría de Control Urbano y Operativo advirtió que estos controles se intensifican de cara a fin de año.
La Secretaría de Control Urbano y Operativo del Municipio detectó este domingo por la madrugada una nueva fiesta clandestina en un salón ubicado en calle Código 765, en la zona sur de la ciudad. El procedimiento, encabezado por inspectores de Habilitaciones Comerciales y acompañado por personal policial, constató la presencia de más de 100 personas, música alta y una barra improvisada para la venta de bebidas alcohólicas, en un espacio que carecía por completo de habilitación y medidas de seguridad.
Este hecho se suma a otro operativo realizado apenas horas antes, durante la madrugada del sábado, cuando se clausuró un evento no autorizado en un edificio donde funciona una biblioteca. Allí también se verificó la comercialización de alcohol sin permiso y la presencia de menores, lo que encendió nuevamente las alarmas sobre la proliferación de actividades clandestinas en la ciudad.
En esta ocasión, la intervención municipal se originó a partir de denuncias anónimas que alertaban sobre el desarrollo de una fiesta irregular. A las 4:40 de la madrugada, los inspectores arribaron al lugar junto a la Policía del Chubut y comprobaron que el salón no contaba con habilitación comercial ni con las condiciones mínimas para realizar un evento: no había salidas de emergencia, matafuegos ni botiquín de primeros auxilios.
El subsecretario de Fiscalización, Alejandro Esain, explicó que este sitio ya estaba bajo seguimiento tras denuncias recibidas semanas atrás. “En inspecciones anteriores no habíamos encontrado actividad, pero continuamos monitoreando y finalmente dimos con esta fiesta clandestina”, señaló. Ante el nivel de riesgo y la falta total de medidas de seguridad, se procedió al desalojo y clausura del local, a la vez que se dio intervención al Tribunal de Faltas correspondiente. Según registros municipales, el espacio funcionaba previamente como depósito de una verdulería.
Paralelamente, durante el fin de semana se desarrollaron operativos de control vehicular en distintos puntos de la ciudad. Personal de Tránsito y del Centro de Control registró 60 infracciones, de las cuales 23 correspondieron a alcoholemia positiva. En 18 casos, los vehículos pudieron continuar con un conductor alternativo, mientras que los cinco restantes fueron secuestrados y trasladados al Corralón Municipal. Las restantes infracciones se debieron a falta de documentación y ocupación indebida de veredas por parte de agencias automotrices.
