El diputado provincial y dirigente sindical Gustavo Fita analizó el escenario laboral, social y productivo que atraviesa Comodoro Rivadavia y el país, con fuertes cuestionamientos a la reforma laboral impulsada a nivel nacional y advertencias sobre el impacto que ya se refleja en el empleo, el comercio y la vida cotidiana de los trabajadores.
Fita sostuvo que el debate actual no se centra en la generación de empleo, sino en una redefinición del vínculo entre trabajadores y empleadores. “Lo que se está discutiendo es quién tiene el poder en esa relación”, remarcó, y advirtió que las modificaciones propuestas avanzan sobre derechos conquistados.
Estatutos laborales en riesgo
El legislador explicó que la reforma vuelve a poner en discusión estatutos históricos que regulan distintas actividades. “Están intentando avanzar contra el Estatuto del Vendedor Viajante, pero también contra el de periodistas y otros trabajadores”, señaló, y afirmó que se trata de un proceso de flexibilización que debilita la protección laboral.
En ese marco, cuestionó con dureza el sistema de “banco de horas”. Según explicó, lejos de otorgar mayor libertad, implica una pérdida de derechos: “No es para que el trabajador maneje su tiempo, es trabajar más horas por el mismo salario y resignar la vida personal y familiar”.
Despidos y crisis productiva en Comodoro
Fita describió un escenario crítico en la ciudad tras la caída de la actividad petrolera y la salida de YPF. De acuerdo a los datos que expuso, más de 6.000 trabajadores de la industria quedaron fuera del sistema, a lo que se suma un fuerte impacto indirecto en otros sectores.
“Esto no quedó solo en el petróleo: el efecto derrame golpeó al comercio y a los servicios, con más de 300 locales que cerraron sus puertas”, advirtió, y señaló que la pérdida de empleo formal profundiza la desigualdad y la informalidad laboral.
El rol del sindicalismo y la contención social
El diputado provincial defendió el rol de las organizaciones sindicales como herramientas de equilibrio frente al poder económico. “El sindicalismo no es un dirigente, es salud, educación, acompañamiento y contención social”, afirmó.
En ese sentido, alertó que avanzar contra los sindicatos implicaría trasladar millones de trabajadores a un sistema de salud pública ya colapsado, además de debilitar redes de apoyo que hoy sostienen a miles de familias.
Política, responsabilidad y futuro
Fita también cuestionó el silencio frente a la crisis y llamó a asumir responsabilidades desde la dirigencia política. “Muchos pensaron que esta situación no los iba a alcanzar, y hoy el impacto está a la vista”, expresó.
Finalmente, planteó la necesidad de construir consensos y políticas públicas de largo plazo. “No importa el espacio político: tenemos que pensar una ciudad, una provincia y un país con producción, trabajo y futuro”, concluyó.
