Juan Navarro, del SOMU, explicó las razones del conflicto con las empresas pesqueras de langostino. Denuncian lockout patronal, intento de reducir salarios y un ataque político al sistema sindical.
El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) ratificó el rechazo a la propuesta de las empresas langostineras que buscan reducir un 30% los ingresos de los marineros. Juan Navarro, representante del gremio, apuntó contra un lockout patronal encubierto y denunció una avanzada política contra los convenios colectivos.
El núcleo del conflicto
Desde hace semanas, el SOMU se mantiene firme ante la decisión de las empresas pesqueras de no largar la temporada de langostino, exigiendo una drástica reducción del salario de producción. “Estamos en un conflicto porque las empresas quieren bajar el sueldo un 30%. Le dijimos que no. No vamos a permitir que el marinero gane menos de lo que gana por convenio”, aseguró Juan Navarro en diálogo con La Pesada Herencia.
Según explicó, los armadores proponen aplicar un tipo de cambio de $825 por dólar para calcular los pagos a los tripulantes, muy por debajo del valor oficial actual ($1110). “Eso es, de manera encubierta, la misma reducción del 30% que pretenden desde el principio”, enfatizó.
Propuestas rechazadas y contexto político
Durante las últimas reuniones, se pusieron sobre la mesa beneficios fiscales y subsidios del Estado para el sector empresario: exención del 70% en aportes patronales, subsidio al combustible y una posible baja del Derecho Único de Extracción (DUDEL). “Ni aun así aceptan. Lo único que quieren es ajustar sobre el trabajador. Esto ya no es económico, es político. Quieren romper el sistema sindical empezando por el SOMU”, denunció Navarro.
El referente sindical afirmó que incluso algunos armadores admiten que seguir operando es viable, aunque con menor rentabilidad. “El barco Mar Sur, por ejemplo, sigue trabajando y no tiene pérdidas. No ganan como antes, pero no pierden. El problema no es de rentabilidad, es de poder”.
Situación de los trabajadores
Navarro también describió la situación de precariedad que viven los marineros: contratos temporales, falta de efectivización y pagos irregulares. “Muchos están acampando en Goya, Corrientes, San Lorenzo, Madryn. Hay hambre, hay desesperación. Y aún así no aceptan salir a trabajar por menos de lo que corresponde. Es una decisión de las bases”, subrayó.
Además, desmintió versiones que indicaban que la conducción del sindicato había abandonado la mesa de negociación para participar en la movilización de apoyo a Cristina Kirchner. “Eso es mentira. Estuvimos reunidos hasta las 2:30 de la tarde en el Ministerio de Trabajo”, aclaró.
Próximos pasos
Frente al estancamiento de las negociaciones, desde el SOMU evalúan nuevas medidas. “Estamos viendo cómo continuar, pero está claro que no vamos a negociar a la baja. La Secretaría de Trabajo nos dio por finalizada la reunión cuando dejamos claro que no íbamos a aceptar el dólar planchado”, explicó.
En medio del conflicto, el sindicato también observa con atención las prospecciones autorizadas por Chubut, aunque aclaran que no se oponen a estas acciones mientras se realicen dentro de los parámetros legales y científicos. “Lo que pasa es que no hay barcos para hacerlas. Las mismas empresas dicen no tener operatividad para trabajar”, cerró Navarro.